Habias sido, sin embargo, la más bella entre todas las estrellas que yo ví en el firmamento... tal fue así que su mera luz vastó para eclipsarme, para reunir y congregar la poca valentía o más bien toda la locura que emanaba de mi piel para concentrarla en un hecho...un hecho idiota sin importancia alguna que para mi fue en años el único acto valiente que vale la pena recalcar con rotuladores fluorescentes en algún olvidado y polvoriento diario o rincón de la memoria...
Parece mentira pero son las pequeñas cosas, los detalles, el destino, los que marcan el rumbo y el curso de las historias... y esta me ha llevado a mi.
Ya son nueve meses de aventura, esperemos que el destino siga teniendo pruebas nuevas a las cual someternos y fuerza y ganas para superarlas.
Sin más dilación gracias por hacerme sentir especial y por este magnifico día donde una vez más me has tratado como una reina aunque yo sólo me vea como una muñeca rota...
Te quiero
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