Sumergida en océanos de rabia
Veo mi vida pasar,
¿O no era esa la que recorre
Los pasillos por lo que acostumbro a andar?
Mi ser se retuerce en el olvido,
En el anhelo de lo que estalló
En llantos de roja súplica
Buscando aquel lejano yo...
¿Quién soy?... Llaman a la puerta,
¿Quién soy?..., y contesta una voz insegura:
“ Yo no”, y abro con la llave que yace muy dentro,
Y abrazo dolida a la fiel amargura...
Viste con mis ropas,
Usa mi piel,
Llora con mis lágrimas,
Lacerante y cruel...
Herida del tiempo que no sabe curarse,
Dolor del camino que no atiende a razones,
Como la parca que vuela ausente
Dejando que reviva recuerdos y mate pasiones.
Pero el destino no es lo que pensamos,
Sino aquello que no atrevemos a imaginar,
Y ante el sol, rogamos ver la luna,
Mas no anochece jamás...
Sino dudoso, el de aquel que camina
Entre sentimientos y alborotadas sensaciones,
Porque como pecador te trata esta existencia,
Y como tal... por tus deseos, amores,
Pensamientos, esperanzas y algunas sonrisas,
Te condenan al duro fuego eterno,
Te condenan a seguir con vida...
jueves, octubre 26, 2006
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