jueves, octubre 26, 2006

Sumergida en océanos de rabia

Veo mi vida pasar,

¿O no era esa la que recorre

Los pasillos por lo que acostumbro a andar?




Mi ser se retuerce en el olvido,

En el anhelo de lo que estalló

En llantos de roja súplica

Buscando aquel lejano yo...




¿Quién soy?... Llaman a la puerta,

¿Quién soy?..., y contesta una voz insegura:

“ Yo no”, y abro con la llave que yace muy dentro,

Y abrazo dolida a la fiel amargura...




Viste con mis ropas,

Usa mi piel,

Llora con mis lágrimas,

Lacerante y cruel...




Herida del tiempo que no sabe curarse,

Dolor del camino que no atiende a razones,

Como la parca que vuela ausente

Dejando que reviva recuerdos y mate pasiones.




Pero el destino no es lo que pensamos,

Sino aquello que no atrevemos a imaginar,

Y ante el sol, rogamos ver la luna,

Mas no anochece jamás...




Sino dudoso, el de aquel que camina

Entre sentimientos y alborotadas sensaciones,

Porque como pecador te trata esta existencia,

Y como tal... por tus deseos, amores,

Pensamientos, esperanzas y algunas sonrisas,

Te condenan al duro fuego eterno,

Te condenan a seguir con vida...

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