De Juanes Palomos y demases chefs de medio pelo

Hoy dedicamos esta sección a una especie en extinción...dícese de las personas autosuficientes.
Pero hoy nos vamos a centrar en esos solteros que hacen guisos infumables con todo el amor ( y quemazón) de su corazón.

Hagamos un experimento en honor de la ciencia y la investigación que es a fin último la esencia de la raza humana:

Requisitos:

-Una cocina bien acondicionada
-Un sujeto de género masculino
-Comida ( y no hablamos de patatas prefabricadas, Telepizzas y mierda basura varias).


Elaboración:

-Colóquese al sujeto en el umbral de la puerta de la cocina
-Déjelo con un buen libro de "Cocina para todos"
-Déjele un delantal
-Y encomiendese a Dios al mismo tiempo que mira por la puerta entreabierta con el móvil en la mano por si se necesitase de ayuda especializada (en este caso un cuerpo de bomberos y el número de Telepollo).



Resultados del experimento:

Pueden darse dos casos: Caso A) Descubres que tu cónyuge, amigo, padre o sujeto del género masculino es digno de aparecer en la guía Michelin; ó , Caso B) denotas cierto regusto a quemado y tu mejor amigo pasa a ser un buen antiácido o una buena purga estomacal...pero eso sí, valoras el amor con el que está realizada a pesar de tener diarreas y vómitos lo que te queda de mes.



En fin...la fuerza del amor no entiende de límites, enfermedades gastrointestinales y demás efectos secundarios derivados de la típica comida/merienda/desayuno/cena que este sujeto denominado despectivamente "marujo" y en genérico autoproclamado "Juan Palomo" (a pesar de que está bautizado como Pepe Sanchez, por ejemplo) pueda acarrear.


Seguiremos informando de los progresos de este ser y cómo su fenómeno está extendido en miles de estudiantes de la Universidad de Sevilla y otras universidades españolas.

Recuerde, es indispensable que en su casa halla al menos:

-Delantal
-Extintor
-Teléfono móvil con saldo y batería para llamar a Telepollo o Bomberos
- Otra cobaya que como usted pruebe la suculenta comida (ya se sabe...mal de muchos consuelo de tontos).
-Sujeto del género masculino que ejecute el experimento por iniciativa propia.